Bancos en Gran Caiman Revelaran Informaciones al IRS.
La Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras, conocida por sus siglas en inglés («FACTA«) (Foreign Account Tax Compliance Act) es una Ley de Estados Unidos aprobada en 2010 y vigente desde 2013.
El objetivo de esta ley es el control de la evasión fiscal por el gobierno de Estados Unidos mediante la identificación de los ciudadanos americanos y residentes de ese país que tengan dinero o fondos depositado en instituciones financieras extranjeras. Para ello se requiere obligatoriamente a todas las instituciones financieras de fuera de Estados Unidos para que identifiquen e informen de los ciudadanos y residentes en Estados Unidos que tienen depósitos e inversiones en esos bancos. Los bancos deben poner a disposición del IRS (Internal Revenue Service) toda la información relacionada con cuentas y productos financieros de dichas personas.
Para las entidades financieras que no acepten firmar acuerdos con el IRS, la ley prevé que las transferencias de rendimientos y otros conceptos provenientes de esos activos en el exterior, estén sujetos a una retención del 30%. Esta sanción por no reportar la información supone en la práctica una prohibición para hacer negocios en Estados Unidos.
Después de firmar un acuerdo con Suiza para poner en marcha la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras para castigar a los bancos que ayudan a los ciudadanos estadounidenses a esconden el dinero en cuentas bancarias offshore, los Estados Unidos han firmado un acuerdo similar con Islas Caimán. Por eso los bancos en Gran Caiman revelaran informaciones al IRS.
FACTA establece severas sanciones para las personas que no cumplan con los requisitos de FACTA: una multa de 10,000 USD para la falta de comunicación, una multa adicional de hasta 50,000 USD por falta continua de comunicación después de la notificación del IRS, y una penalización de 40 por ciento sobre una subestimación de los impuestos atribuibles a los activos no revelados.
Las Islas Caimán son un importante centro financiero. Son, de hecho, el hogar de decenas de bancos, fondos de inversión y las entidades de gestión patrimonial, por lo que el juego es importante. En particular, el acuerdo demuestra una vez más el cambio mundial hacia la transparencia fiscal global.